II semestre 2011

Siguiendo la idea, esparcida por el mundo, de ofrecer abrazos gratis con un cartel, Piscila y Adyerin se lanzaron a la Avenida Central. Adyerin iba vestida como de costumbre y Priscila con su traje y maquillaje de gótica profesional. La gente recibió gustosa los abrazos de Adyerin pero a Priscila le tocó ser evadida o despreciada por no pocos pasantes que, para nuestro asombro, eran adolescentes. A pesar de su apariencia extraña, Priscila fue abrazada por gente mayor que no conoce los códigos de las culturas juveniles urbanas.

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