si Dios está en mí yo soy Dios


Sebastián quiso probar cuánta diversidad aguanta La Plaza de la Diversidad, ubicada frente a la Facultad de Filosofía y Letras. Después de un ciudado ritual de maquillaje, hizo un baile de tubo con una corona de espinas hecha con alambre de puás. La instalación a sus pies incluía una bandera y fotos con motivos religiosos apropiadas y resignificadas por artistas gays. Los primeros en saludarlo fueron los policías, quienes indicaron que el uso de los espacios públicos de la universiad está condicionado a permisos específicos. Mientras hacían la ronda el baile transcurrió ante muchas miradas, unas de reojo y otras con sonrojo, de estudiantes y profesores. Pocas personas se atrevieron a ver de cerca la instalación.

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